Si sos de esas personas que NO creen ni tampoco QUIEREN vivir una vida con mas entusiasmo, con mas ganas y con mas ENERGIA, les recomiendo que NO lean este artículo.
Este tema me parece más que importante para nuestro vivir en el día a día. Siento realmente que la energía es nuestro motor. Es nuestra responsabilidad desarrollarlo y lograr que este motor funcione debidamente.
Cuando leemos la palabra energía, podemos asociarla con muchas cosas, pero en este caso me gustaría hablar sobre la energía que emanamos y transmitimos nosotros mismos al resto de las personas en nuestro día a día.
Para los que me conocen saben que es algo que intento transmitir constantemente y aunque pueda parecer un poco intenso, tambien con el pasar de los años descubrí lo importante que es y es algo que le pongo foco cada día de mi vida, creo que es importante entender la importancia de vivir una vida más "energética".
¿Quién quiere vivir una vida con baja energía y encontrarse con personas que transmiten malas "vibras" y tienen una actitud negativa? Seguramente a todos nos ha pasado que, en ocasiones como por ejemplo ir a alguna tienda, ir a comer algún lado, ir al médico, al supermercado, nos reciben de una manera positiva, con una buena postura, contacto visual y una energía contagiosa. Nos llama la atención lo bien que nos atienden y nos sentimos bienvenidos.
Está comprobado que podemos entrenar y desarrollar nuestra energía para transmitirla de manera efectiva. Creo en vivir una vida con entusiasmo y una energía radiante. Además, a través de mi trabajo, he comprendido la importancia que tiene esto en el entorno en el que me encuentro. Nuestra energía física y emocional es un recurso vital que debemos cultivar y dirigir de manera efectiva.
Existen ciertos factores que pueden perjudicar nuestros niveles de energía, como nuestras emociones negativas, una alimentación poco saludable, la falta de movimiento y ejercicio, nuestra falta de sueño, nuestras creencias limitantes y rodearnos de personas negativas. Por otro lado, hay acciones que pueden ayudarnos a aumentar nuestros niveles de energía, como hacer ejercicio regularmente, comer alimentos saludables, rodearnos de personas que vibran en la misma sintonía, lograr dormir con mayor calidad, buscar soluciones en lugar de victimizarnos y hacer más actividades que nos gusten.
¿Realmente alguien quiere vivir una vida sin ganas, sin hacer lo que realmente desea y rodeado de cosas que le molestan? ¿Deseamos estar con personas que se quejan constantemente y nos contagian su negatividad? Personalmente, no creo que sea así. Por eso es crucial tener en cuenta este aspecto en todas nuestras relaciones, ya sean de pareja, familiares, amistades o laborales. La energía se contagia, por lo tanto, es importante transmitirla y rodearnos de personas positivas.
Existen diversas formas en las que se manifiesta la energía que transmitimos:
1. Lenguaje corporal: Nuestros gestos, posturas y expresiones faciales envían señales poderosas a los demás y pueden afectar la calidad de nuestras interacciones. Adoptar una postura abierta y segura, mantener contacto visual y utilizar movimientos fluidos y enérgicos puede ayudarnos a comunicar una energía positiva. 2. Voz y tono: El tono de nuestra voz y la forma en que hablamos pueden transmitir energía. Es importante hablar con claridad, entusiasmo y pasión para transmitir una energía positiva y cautivadora. Un tono de voz monótono o débil puede transmitir una energía más baja y menos motivadora. 3. Intención y enfoque: Nuestra intención y enfoque mental tienen un impacto directo en la energía que transmitimos. Si estamos enfocados en un propósito claro y estamos motivados internamente, nuestra energía se reflejará en nuestras palabras y acciones. Por otro lado, si nuestra mente está distraída o preocupada, es probable que nuestra energía se vea afectada negativamente. 4. Empatía y conexión: Cuando nos conectamos genuinamente con los demás, mostrando interés y comprensión, podemos generar una energía positiva que promueve relaciones saludables y productivas. 5. Estado emocional: Nuestro estado emocional tiene un impacto directo en la energía que transmitimos. Por eso es importante gestionar nuestras emociones y cultivar estados emocionales positivos para transmitir una energía contagiosa y motivadora.
Como conclusión la energía que transmitimos es vital en nuestra vida diaria. Al cultivar y desarrollar nuestra energía, podemos mejorar nuestras relaciones y la calidad de vida en general. No subestimemos el poder de la energía positiva y busquemos activamente formas de aumentar nuestros niveles de energía. Seamos conscientes de cómo nos expresamos corporalmente, de nuestro tono de voz, de nuestra intención y enfoque, de nuestra empatía y conexión con los demás, y de nuestro estado emocional. Al hacerlo, estaremos contribuyendo a crear un entorno lleno de energía positiva y motivadora.
Recuerda, la energía se contagia, así que seamos una fuente de energía positiva para nosotros mismos y para quienes nos rodean.
Espero que este artículo te sea útil y te inspire a desarrollar tu energía para vivir una vida más plena y positiva.
2 Preguntas para reflexionar:
1- Cómo crees que la calidad de la energía que transmites puede impactar tus relaciones personales y profesionales? ¿Qué cambios podrías realizar para mejorar esa energía?
2- En una escala del 1 al 10, qué tan consciente y valoras la importancia de la energía en tu vida diaria y en tus interacciones con los demás? ¿Qué acciones podrías tomar para elevar ese nivel de importancia y aprovechar al máximo tu energía?
Damian Depauli
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