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#25 La Mentalidad Ganadora: Diferencias Entre Ganadores y Perdedores

Hace unos días viendo instagram (siempre hay contenido de valor si se usa de manera correcta), vi un video que me dejó pensando. Mostraba a una persona bastante conocida hablando sobre su hijo acerca de una situación de vida muy particular. Este encuentro me hizo reflexionar sobre lo que realmente separa a los ganadores de los perdedores. Siento que tiene un gran mensaje para todos y lo quiero compartir.


Utilizaré el mismo ejemplo que vi en aquel video para que puedas contextualizar la situación. En este caso, el hijo del protagonista juega al fútbol, aunque, independientemente del deporte o actividad, la lección aquí es universal. Este chico no comenzaba los partidos como titular, lo cual es algo común en muchos deportes y etapas de la vida. Comenzó en el banco de suplentes, pero lo interesante aquí no es su posición en el equipo ni su edad sino su reacción ante las circunstancias.

A medida que avanzaba el partido, el entrenador ni siquiera lo miraba para darle indicaciones o la oportunidad de entrar al juego. El equipo estaba perdiendo, y finalmente, el partido llegó a su fin sin que su hijo hubiera tocado la cancha.


La escena siguiente es CLAVE. El padre observa a su hijo con una expresión de tristeza, enojo y decepción mientras se desahoga durante el viaje de regreso a casa. El hijo culpa al entrenador por no darle una oportunidad, dice que tiene algo en contra de el, que "no me quiere en el equipo", tambien señala a sus compañeros y comienza a dudar de sus propias habilidades. Está considerando dejar el fútbol por completo.

Entonces, su padre le dice algo que cambia el rumbo de la conversación: "Hijo, te escucho quejándote, culpando a los demás y lamentándote por lo que ocurrió en el partido. Pero, ¿alguna vez te escuché mencionar algo que puedas mejorar, algún aspecto que puedas trabajar para ser un mejor jugador? Los ganadores no culpan a los demás, toman control de su propia vida y buscan maneras de mejorar en lo que hacen. Los perdedores culpan a los demás o al entorno".

Esto concluye con una pregunta fundamental: "Debes hacerte una simple pregunta: ¿quieres ser un perdedor o quieres ser un ganador? ¿Quieres tomar el control de tu vida o culpar a los demás por lo que sucede? Si eliges ser un perdedor, te amaré de la misma manera que si eliges ser un ganador, pero debes hacerte esa pregunta".


Algunos podrían debatir si es apropiado hacerle esta pregunta a un hijo/a, pero la esencia de esta conversación es la mentalidad ganadora que todos podemos adoptar en la vida. A menudo es más fácil culpar a los demás que hacerse cargo de nuestras propias acciones. En reuniones familiares, con amigos o en el trabajo, es evidente quiénes son los que buscan excusas y culpan a los demás y quiénes asumen la responsabilidad de sus acciones.


La clave de la mentalidad ganadora es la responsabilidad. Los ganadores entienden que, si bien no pueden controlar todas las circunstancias, siempre pueden controlar su respuesta y actitud ante ellas. No se trata de negar las dificultades o los desafíos, sino de decidir cómo enfrentarlos.

Los perdedores, por otro lado, a menudo se quedan atrapados en la mentalidad de víctima. Culpan a su entrenador, a sus compañeros, a su mala suerte o a cualquier cosa menos a sí mismos. Esta actitud los deja indefensos, sin poder para cambiar su situación.


Es importante reconocer que hay circunstancias en la vida que no podemos controlar. No tenemos una varita mágica ni una bola de cristal para garantizar resultados. Sin embargo, lo que sí podemos controlar es nuestra actitud y nuestra respuesta ante las situaciones. Los ganadores entienden esto profundamente. Asumen la responsabilidad de su propia vida y de sus metas. Buscan maneras de mejorar, aprender de los fracasos y seguir adelante.


La mentalidad ganadora se extiende más allá del ámbito personal. También se refleja en las relaciones. Las personas con una mentalidad ganadora cultivan relaciones saludables y positivas. Saben que las relaciones requieren esfuerzo y compromiso, y están dispuestos a asumir esa responsabilidad.

Por otro lado, las personas con una mentalidad perdedora a menudo culpan a los demás por los problemas en sus relaciones. No están dispuestas a trabajar en sí mismas o en sus vínculos y, como resultado, sus relaciones tienden a ser superficiales o tóxicas.


La diferencia entre ganadores y perdedores a menudo radica en la autoevaluación. Los ganadores reflexionan sobre sus acciones, identifican áreas de mejora y trabajan en ellas. Reconocen que, aunque no pueden controlar todo, pueden influir en su propio destino.


En última instancia, ser un ganador o un perdedor no se trata solo de victorias y derrotas en el campo de juego. Es una actitud hacia la vida. Los ganadores buscan oportunidades para crecer y aprender, mientras que los perdedores se estancan en la queja y la culpa. La elección es tuya: ¿qué camino eliges?



3 Preguntas para reflexionar:

-¿Cuál es tu enfoque cuando enfrentas dificultades? ¿Te inclinas hacia una mentalidad ganadora o una mentalidad perdedora?

-¿Has experimentado alguna vez la tentación de culpar a otros en lugar de asumir la responsabilidad de tus acciones? ¿Cómo manejas esta situación?

-¿En qué áreas de tu vida sientes que podrías mejorar tu actitud y adoptar una mentalidad más ganadora?


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